Esta es una noche fría y callada, mi corazón está en silencio aguardando tú llamada. No sé cuanto deba esperar, no sé si deba esperar. Estoy de regreso a casa y no hay nadie aguardando mi llegada. Una pregunta vuela en el aire y la respuesta es lejana. Veo en tús manos, promesas de futuro...pero bien dice el poema "por esas manos, hijas de tús manos, tendrían que matar las manos mías". Tús ojos me dicen más de lo que tús palabras y a veces no sé como tapar mi corazón para no escuchar. Camino entre sombras y las miro fente a frente sin disimulo, sin pudor, sin temor...sombra de la sombra en que me he convertido.
La noche acecha mi dolor, la noche acecha tú presencia, la noche acecha por no estar aquí...
Hace 2 años.
2 comentarios:
Cuánta razón! Esperar lo deja a uno silencioso. Van juntos siempre, la espera y el silencio.
Beso
La espera desespera pero el silencio adormece...
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