30 may 2012

A dos meses y trece días de cumplir 30!



Al parecer estoy a punto de entrar a la crisis de los 30, será que de verdad existe tal crisis? será que de pronto me van a dar ganas de tener hijos? No sé, no tengo idea. Lo que si sé es que empiezo a notar que quiero comprarme ropita bonita de esa que podría usar para dar una conferencia, para ir a una oficina y hasta para parecer "mujer distinguida" Como sea, este año tengo que terminar la tesis del doctorado y de nuevo estoy aquí con el problema de qué escribir? cómo corregir? por dónde empezar? y de nuevo regreso al blogg para expresarme en más de 140 caracteres. Me ha tentado la idea de iniciar una onda biográfica cargada con un poco de ficción, pero me temo que no sería tan buena idea, a lo mejor a lo más que llego es a escribir pequeñas historias con pasajes alternativos de lo que fue y de como me gustaría que  fuera. 

Los temas (además de la crisis de los 30) pueden ser variaditos, ya saben, desde cómo es la vida en pareja, lo difícil que es coincidir en la hora de dormir, la película que quieres ver, etc..etc...  hasta los amores inconclusos.  Por cierto, el otro día vi una película donde sale Penélope Cruz Non ti muovere con Sergio Castellito, me gusto, la película tiene el clásico tinte trágico del amor que no se realiza, aunque hay cosas que no son tan claras, como el porque ella se enamora de él...en fin, en Netflix esta así que la pueden ver. Pero por qué les hablo de eso? ahh ya se, el chiste es que podría hablarles de algunos amores inconclusos, de esas personas que aún tienes en el FB que quieres eliminar, pero que nadamas por el morbo de saber un poco de sus vidas no lo haces, ah y claro! porque somos stalkers en potencia. 


Mentiría si les digo que llegar a los 30 me tiene sin cuidado, la verdad es que desde hace dos años me puse a correr, primero por aburrición porque me daba una tremenda flojera esperar mientras todos iban a correr. En segundo lugar, porque me dí cuenta que efectivamente podía comer más o menos todo lo que se me antojara y no subir de peso y finalmente porque me gusto. Ya hablaremos de eso, pero la experiencia de correr es simpática, me gusta eso de no tener que hablar con nadie, llevar música, observar,  retarte, sentir tú cuerpo, tus emociones, tus debilidades, imponerte metas. La cosa es que después de todo termina por convertirse en un hábito, una rutina. Tan importante ha sido que hasta he pensado en dejar de fumar!  Ah, pero regresando al tema, empece a correr para llegar a los 30 y no verme como de 30! allí el tema.

Me voy, es hora de regresar a la tesis...pero aquí sigo.