Las horas pasaban y ella miraba a la ventaba, esperaba su llegada y contaba los minutos, los segundos...en cada parpadeo se imaginaba esos ojos llenos de ilusión y futuro, veía a lo lejos sus labios entrecerrados diciéndole..."cuanto te he esperado". Pensaba en sus manos calurosas, dulces, amorosas. En cada suspiro, su piel dejaba un aroma en el ambiente contenido de pasión y deseo. Cómo no amarlo, cómo no soñarlo, cómo no pensarlo día y noche, cómo no ser su más viva obsesión, cómo negarse a ese sentimiento.
Por fin, una llamada y su voz al otro lado de la línea...espera, llegaré...si, lo sé, te espero.
Sus ojos se llenaron de lágrimas al mirarlo a lo lejos, la espera ha sido larga...para él y para ella...la espera puede durar meses, puede durar años...puede durar la vida entera, pero todo vale la pena por una palabra que salga de sus labios...el tiempo es polvo entre sus manos y se desvanece todo si la última certeza, es ella...
Hace 2 años.